domingo, noviembre 04, 2007

Examen de NIEVE



Durante un fin de semana, con mis compañeros (o parte de estos) del Club Andino, estuvimos realizando el Examen de nuestro curso de Técnicas Invernales, dictado por la ENAM.

Si realizar el curso (me refiero al proceso de organizarnos y conseguir el curso) fue complicado, casi un martirio; las dificultades no se hicieron menos en las ultimas horas previas al Examen. Problemas con el transporte, nos mantuvieron complicados, y en las ultimas horas (viernes) en ascuas sobre la realización de la jornada, pero gracias a Dios, y a los manejos de Mauro, todo salio bien.

El lugar seria el Refugio el Plantat, ubicado camino a la Cumbre del Volcán San José. Ya habíamos ido 2 fines de semana seguidos a clases en el Valle de la Engorda, y en búsqueda de una nieve de calidad “decente” para nuestra evaluación, nos fuimos a este emplazamiento, situado a unos 3000msnm, aproximadamente.

Nos juntamos a eso de las 0800, con mi acostumbrado retraso. Como pocas veces en mi vida, mi mochila iba con un peso “normal”, y un volumen también “normal”. Por suerte, dado que como arme la mochila a ultima hora (producto del carrete del día anterior), olvide o no encontré mi venda para la rodilla, la cual hace mas de 1 mes que anda fallando y me causa grandes dolores.

Partimos rumbo al sector de Baños Morales, pasando por San José de Maipo, lugar donde paramos y algunos nos aperamos de desayuno y ración de marcha.

Llegamos a las 11:00, aproximadamente. Armamos las mochilas, equipos. Mi cordada decidió no llevar la carpa (al menos yo, por cargar menos peso, por miedo a mi rodilla). La otra cordada (Lula, Mauro, Cristian y Cesar), si la cargaron.

Bultos armados, todos comidos, partimos a la aventura. Todo normal, todo bien, hasta el Valle de la Engorda. Aquí paramos y Rodney (nuestro Intructor “jefe”) nos explico como funcionaríamos. Armamos cordada de ascenso, siendo divididos en 3. Yo iría con Cesar. Como este había faltado al fin de semana anterior, no vio lo que es técnicas de progresión en nieve, por lo que le fui indicando las técnicas aprendidas. A esta altura, ya tenia molestias en mi rodilla. Al ver esto (el que Cesar y Cristian tenían una clase pendiente), Rodney intercambio cordadas por un rato, para ir enseñando rápidamente a estos 2. Luego volvimos cada cual a su grupo y continuamos la marcha.

Mi compañero de tantas caminatas esta ves iba mal. El cansancio de la semana y el mal dormir le pasaban la cuenta, lo que hacia que su caminar fuera lento. Yo, con rodilla mala y bastante dolor, debía esperarlo y alentarlo. Fue una dura marcha, de bastante pendiente, por nieve; Cesar muy cansado y yo, con mi rodilla en la mano.

Final mente, luego de algo mas de 5 horas, llegamos al Plantat. Una delicia!

Nos ordenamos un poco, cocinamos, tesitos, jugos, etc. Muy acogedor y agradable el refugio, aunque el ambiente lo creaban sus usuarios: nosotros y un loco, que estaba solo ahí. Pasado el rato de descanso, comida y platica amena, al trabajo nuevamente.

Había que construir un queenze, un nicho y una pirca (con carpa armada). Esta ultima tarea fue la encomendada a Cesar y a mi. Pensamos que seria una tarea fácil, pero el uno cansado y el otro cojo, hacia que la tarea fuese demorando mas de lo que hubiésemos querido. Rodney y mauro nos debieron ayudar, para que al final se sumara al Lula y Cristian. Terminamos agotadísimos, locos.

Terminamos ya de noche, muertos de frío, así que directo al refugio a calentarnos y comer algo. Aquí fue cuando nuestro amigo colombiano nos fallo: erro el paquete de fideos, y cuando le pedía el que el traía, se dio cuenta de que se trataba de una porción individual, de 80gr, y no los 400gr para el grupo. Por suerte rato antes ya habíamos comido y no era vital ese paquete. En medio de esto, llegaron 2 tipos que andaban en el volcán. Pensamos que ya no llegarían esa noche, pero lo lograron.

Una amena platica, unos mates, tesitos... y al sobre. Algunos se fueron a dormir a la carpa, al parecer por que habían ratoncillos dentro. Yo opte por pasar de las literas y me tire en un sillón de madera. No tan blando, pero la madera seria un aislante muy bueno. Y así fue.. una noche.. placida (algunos dicen que ronque... pero eso, a mi no me molesta).

Dia domingo. ¿Qué nos tocaba hoy? Uf... muchas cosas.

Partimos el día, luego de “negociar” con Rony, a las 5:30 de la mañana; obviamente el sol aun no daba ni señales de aparecer. Esperando a que mi “cordada” se moviera me dieron pasado las 0600, y aun nada. Colombiano fue el que se levanto y comenzó a o verse, luego Arturo, yo y, al ultimo Felipe. Antes que eso, a las 4:30, me desperté. El “dueño de casa” (aquel loco que andaba solo por esos lares) estaba en pie, ordenando su equipo. Las 5:30 salio, despidiéndose. Solo Dios sabe como le fue. Por lo que menciono su idea era llegar al menos a la canaleta, que según textos esta a unas 3 horas del Plantat.

Muy lento. Las 6:30 y aun estábamos en el mesón tomando desayuno. Segun Rony, tuvimos como 45 minutos de retraso. No se la verdad, pero al menos mi culpa no fue (como seria lo normal). Si, me cuesta levantarme, pero también esperaba que “mi gente” hiciera algo. Levantarse para calentar el agua no es necesario que lo haga el “cocinero”, lo puede hacer cualquiera. Flojera de montaña.

Ya reunidos afuera, Rony nos reprendió levemente por la falta de puntualidad, asumiendo las culpas y responsabilidades, iniciamos el día. Partíamos con crampones, y auto detención. Así que a ponerse los mencionados artefactos, aplicar técnicas de ascenso y marcha, y de ahí, entre 3 y 4 horas (3 la verdad) de subir y tirarse. Diversas maneras, técnicas... Me costo. El recuerdo aun vivido del accidente en el Moai aun late (como otras penas) en mi. Gracias al apoyo de mis compañeros, de Rony y sobre todo de Mauro. Termine tirándome muy bien, con bastante confianza (no como quisiese, pero bueno... hay que practicar y quitarse los miedos de a poco).


Luego de las horas, subidas y bajadas constantes, terminamos con este modulo. A hacerlas mochilas, comer, ordenar, limpiar. Terminado esto, con equipo listo, a hacer Calicatas. Con mi compadre Cesar partimos. Algo perdidos, aplicando lo que recordábamos y surgiendo a Mauro, Cristian y Lula, nos ubicamos en una ladera nevada y de cara norte, y a cavar. Había que realizar una perforación de aproximadamente 1.5 metros. Lento pero seguro. Pasamos bien la prueba, buen discurso, trabajo en equipo y humor.

Ahora venia el descenso. Con miedo por mi rodilla, ya íbamos retrasados. Pero apilamos “potosky”. Esta ves, con mas ganas y menos miedos, baje rápido. De ir atrasados, ahora íbamos adelantados. Paramos un ratoa abajo, evaluamos la salida, todo bonito, etc. Y a caminar de La Engorda a la Van.

Aquí fue que, esperando a Cesar, conversando, nos desviamos del camino. Bueno, también es porque hay muchos senderos, pero si, es culpa mía. Siempre me pierdo. Pero llego!

Bajamos, todos listos, nos adelantamos a al Van. Don Beto estaba un poco retrasado pero llego. Cual seria la sorpresa, cuando nos paso unos santuchitos de pernil y lengua, junto a unas bebidas. Se paso don Beto. Aunque me fui cagado de hambre, haciéndome el pelotudo, dado que no como cerdo... se paso el mister!!!

El curso, en si, fue una preciosa Experiencia. Mas allá del conocimiento nuevo (que al menos para mi, es muy útil, pero poco, quede con gusto a poco). Rescato mucho mas la parte Humana, que en si... es la montaña. El compañerismo, hermandad, cariño mostrado por el grupo. Mauro al ayudarme con el “descenso” en al auto detención, mi ayuda y apoyo a Cesar, la ayuda que nos prestaron Cesar y a mi construyendo la pirca, el conocer a nuevos amigos, a Rodney. Esto y muchos otros detalles, son lo que hicieron ( a mi parecer) muy bueno el curso, la experiencia.



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